"El Ser Dios se dividió en millones y miles de millones de partes de sí mismo para experimentarse. Cada una de esas partes puede imaginarse como una chispa, un holograma de la totalidad, que todo lo refleja y , sin embargo se halla separada. Y en la separación el Ser puede experimentarse a sí mismo. Puede conocerse, puede jugar un juego." Rhea Powers
Es así entonces que cada uno de nosotros eligió caminos distintos para re descubrir su verdadera esencia.
Al separarse del Todo cada chispa vivió y experimentó esta experiencia de un modo particular.
Esta vivencia de separación y dolor, esta sensación de saberse separado de la Fuente, de la Totalidad crea una impronta.
Esta ilusión de sentirse separado de Dios será el desafío, en este juego sagrado de la vida, que cada chispa divina enfrentará para reencontrarse con la Unidad.
Este juego nos invitó a atravesar la densidad y expandir nuestra conciencia para trascender la ilusión de separatividad.
La impronta kármica acompaña nuestras elecciones y decisiones creando y reacreando estructuras que serán las determinantes de futuras configuraciones de aprendizaje.
La trama vincular es el escenario óptimo donde se exponen estas estructuras condicionantes y limitativas, en tanto que son una distorsión creada a partir de la pauta de significado otorgado a la experiencia de origen de separación de la Fuente.
El proceso evolutivo impulsa la necesaria confrontación con las creencias ilusorias que limitan y sostienen la pauta de aislamiento, sufrimiento, separación.
El camino de aprendizajes permite ir abriendo espacios para recuperar la información perdida. Permite ir disolviendo las distorsiones y creencias que limitan nuestra mirada expandiendo nuestra conciencia en una comprensión que se aleja cada vez más de la visión limitada que otorga la impronta kármica.
La experiencia de Amor es la realidad energética que sostiene el camino evolutivo. Por ello los distintos espacios de aprendizaje permitirán ir recalibrando en nosotros mismos las pautas sostenidas desde la impronta y activar los códigos de luz encargados de dinamitar los bloqueos que nos desconectan del Amor de la Fuente.
El Amor es la fuente generadora de vida. Su experiencia es diferente en cada uno de los distintos escalones evolutivos. Una verdadera experiencia de amor se sostiene desde el estado de completitud .
Este marco de referencia es el que contextúa mi tarea terapéutica en relación a la Terapia de Vidas Pasadas donde el eje del trabajo clínico es el proceso evolutivo de la Conciencia.
Lic.Annamaria Saracco
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